EDUCACIÓN
En la última jornada trimestral de directivos de Arenales los asistentes han podido asistir a la sesión del psicólogo clínico, investigador y divulgador especializado en nuevas adicciones Alejandro Villena. Se ha especializado en el impacto del consumo de pornografía en adultos y adolescentes.
Autoría: Arenales Red Educativa
12 de mayo del 2025
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Alejandro Villena es coordinador clínico de «Dale una vuelta», una entidad de referencia en la atención y prevención de los efectos del consumo de pornografía. En sus palabras, «la pornografía te promete placer y te destruye». Hemos tenido la oportunidad de conversar con él para profundizar en cómo abordar este fenómeno desde una perspectiva clínica, educativa y humana.
En los centros educativos y en los hogares ¿Qué señales debería saber identificar un tutor, profesor o la familia para detectar un posible consumo problemático de pornografía o una vivencia afectiva desordenada?
Es importante estar atentos a ciertas señales que nos pueden indicar que un adolescente está enfrentando problemas relacionados con el consumo de pornografía. Algunas de estas señales son cambios en el comportamiento, como aislamiento social, distracción constante o una actitud más agresiva o evasiva en las interacciones. Además, podemos notar alteraciones en su rendimiento académico o un mayor uso de dispositivos electrónicos a horas inusuales. En casa, es fundamental observar cómo gestionan su intimidad y cómo afectan las relaciones familiares o con amigos. A veces, los adolescentes comienzan a mostrar una percepción distorsionada de las relaciones afectivas, como el miedo al compromiso o expectativas poco realistas sobre la sexualidad. Es esencial que, como adultos, estemos atentos a estos cambios y actuemos con empatía y responsabilidad.
«Es esencial hablar de pornografía con naturalidad, sin tabúes ni alarmismo, para que los adolescentes se sientan escuchados y comprendidos».
Para ayudar a las familias ¿Cuándo es un buen momento para hablar por primera vez con los hijos sobre pornografía? ¿Y qué claves les darías para introducir el tema, de una manera natural?
El momento ideal para hablar de pornografía con los hijos es cuando empiecen a tener acceso a Internet o a dispositivos con contenido audiovisual. No es necesario esperar a que surjan problemas; se trata de una prevención activa. Es importante abordar el tema de forma natural y sin tabúes. Los padres pueden iniciar una conversación sencilla, por ejemplo, preguntando sobre lo que los hijos ven o experimentan en línea. En lugar de hacer una charla formal o alarmista, lo mejor es tener un espacio de confianza donde el adolescente sienta que puede compartir sus inquietudes sin miedo al juicio. Se debe destacar la idea de que la pornografía no refleja una realidad saludable de las relaciones afectivas y sexuales, y que las emociones son mucho más complejas que lo que se ve en pantalla.
En el plano social ¿Qué consecuencias puede tener para las relaciones personales el consumo habitual de pornografía?
El consumo habitual de pornografía puede generar una desconexión con las relaciones afectivas reales. Cuando se expone a los adolescentes a una sexualidad tan estereotipada y a menudo violenta, puede afectarse su capacidad para desarrollar vínculos emocionales auténticos. Puede causar dificultades en la comunicación con la pareja, como expectativas poco realistas sobre la intimidad o problemas para conectar de manera genuina. También, a menudo, quienes consumen pornografía en exceso experimentan una disminución de la empatía hacia los demás, lo que puede llevar a conductas insensibles o incluso dañinas en las relaciones interpersonales. Es crucial entender que el amor y la sexualidad no son solo físicas, sino que involucran una conexión emocional profunda.
P. ¿Cómo se puede fomentar una alianza positiva entre el colegio y las familias en este terreno que empieza a preocupar en la formación y crecimiento de los adolescentes?
La clave está en la colaboración y en crear un espacio de confianza. El colegio y la familia deben compartir la misma visión sobre la educación de los adolescentes en relación con temas como la pornografía. Se pueden organizar talleres y charlas informativas para padres y profesores, donde se aborden los riesgos y se enseñen herramientas para manejar la situación. Además, es importante que se fomente una comunicación abierta y constante entre ambas partes para identificar señales tempranas de posibles problemas. El trabajo conjunto debe enfocarse en empoderar a los adolescentes con información, valores y habilidades emocionales para que puedan tomar decisiones saludables, tanto en su vida sexual como en sus relaciones personales.
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